El concurso de acreedores concede a las empresas una herramienta útil, para no presentar la quiebra definitiva. Si tu compañía no dispone de la liquidez para hacer frente a todas las deudas o se presume que existe una insolvencia inminente, el concurso de acreedores puede ser tu solución inmediata, pudiendo reflotar la situación en la que se encuentra la empresa. Además como empresario ganas tiempo para regularizar tu situación y los acreedores obtienen un trato igualitario en el cobro de sus créditos.